lunes, 28 de mayo de 2018

El Sueño - Der Traum


El Sueño
Der Traum


Traducción libre del sueño de Hans Castorp: 

“Tendido sobre una pradera iluminada por el sol y cubierta de flores de estrella, con un pequeño montículo de tierra debajo de su cabeza, una pierna en alto tendida sobre la otra --- piernas que eran las piernas de un fauno De un instrumento de madera, similar a un clarinete o una chirimía que tenía en la boca, sus manos marcaban una melodía que sonaba tal como sonidos nasales de paz. Sin embargo siguiendo una cadencia feliz, los sonidos subían hacia un cielo profundamente azul cubierto por algunos abedules y fresnos que movían sus hojas bajo una brisa leve. (…)
El joven fauno era muy feliz sobre su pradera de verano. Aquí no existía orden alguna que mandara: “¡justifica lo que estás haciendo!!”, nada de responsabilidades, ningún tribunal de guerra sacerdotal contra aquel desertor que olvidó el honor y se perdió. Aquí solamente dominaba el olvido, la santa inmovilidad, la inocencia del tiempo desmemoriado:  era la desvergüenza con buena conciencia, la apoteosis deseada que niega todos los mandamiento y las exigencias heredados colectivamente del activismo occidental… y al verse exculpado así aquel músico disfrutaba mucho de su  laxitud.”[i]
 (Thomas Mann, La Montaña Mágica, Ffm – Fischer, 1958, p. 594.)

    
  
                          
 El sueño de Hans Castorp relatado por Thomas Mann es el resultado de una gran seducción: Mann ha sido seducido, igual que numerosos lectores más, por la obra de Friedrich Nietzsche. (Existen casi tres mil interpretaciones del mensaje filosófico de Nietzsche.)
En la obra de este autor casi contemporáneo con él,  Thomas Mann rencontró la retórica de  un ANTI ser.
El paisaje ensoñado corresponde a una manera de ser y de vivir diferente, una alternativa contundente al modo de vivir occidental, europeo. Se precisa ‘otro hombre’. 

“¡Ecce Homo!” dice Nietzsche - ¡mirad al hombre! – como es y como en una nueva realidad pudiera ser: ‘autónomo – independiente – creativo y no criatura’. Así debiera ser, así lo reclama la revolución sensual que protagoniza el autor: “El hombre es un ser que debe ser superado”.
Más ‘El Superhombre’ de Nietzsche no es superior a los demás, sino es diferente de los que han sido formados – ‘deformados’ – bajo la ley cristiana occidental. Resumiendo: ‘Superhombre’ significa ‘superar la idea falsa creada‘, nada tiene que ver con ‘superioridad’ étnica o racial. Así lo predica ‘Zaratustra’, el profeta mago redescubierto por Nietzsche. 
En la Montaña Mágica, Nietzsche está omnipresente y se perfila claramente en el sueño de Hans Castorp quien sueña con la imagen del fauno antiguo – clásico – pagano. Todas las reglas impuestas por la tradición occidental se suspenden. Cientos de intérpretes han visto en eso el ‘nihilismo’ del filósofo quien proclamara ‘Dios ha muerto’. Es la frase más conocida y difundida de este autor.
Disfrutando la relectura de La Montaña Mágica, pienso nuevamente en Nietzsche y en que la difusión de sus frases como objetos exóticos de la cultura descontextualizados se ha prestado a tantos malentendidos: 
Primero –ni Mann ni tampoco Nietzsche han sido filósofos, ambos son escritores que filosofaron dentro de una misión poética. 
Segundo – Si se trata de muerte, pues no es Dios, sino una imagen de un dios caducado por el tiempo. 
Al respecto el japonés Okochi Ryogi considera que la obra de Nietzsche es profundamente religiosa y Nietzsche sin duda ‘creyente’, no del YO, a la manera occidental, no ante la ley de un tribunal de la Santa Inquisición. “El eterno regreso de lo mismo” inicia la reflexión sobre el tema de la ‘Naturaleza’.
¿Qué es natural? - en el sentido de Nietzsche y de Thomas Mann – es precisamente este carácter poderoso, libre y terrible de cómo se impondrá ‘Natura’ contra principios de fe, de moral y de ciencia tradicionales. Es la fuerza irresistible del universo y naturalmente es ‘Dios’. Una reflexión que para un japonés es lo más convincente y natural, dice Ryogi[ii]. Sin embargo, para el pensamiento occidental totalmente dominado por la figura de un YO imperial, es una provocación y un desafío. 
¿Por qué  ‘sum’-‘yo soy’ y no ‘esse’ - ‘ser’? -- ¿Por qué ‘cogito’-‘yo pienso’ y no ‘cogitare’ – ‘pensar’ ? Reproche que Ryogi  hace a Descartes. 
¿Por qué anteponer el Yo a todo, ante toda la realidad?  - Con ese acto Occidente se impedirá percibir el misterio de la vida. Es ese el YO occidental que se apodera del mundo mentalmente en el momento preciso cuando comenzaban el colonialismo y la expansión imperialista.
¿Por qué no se deja sorprender el Yo por la increíble belleza del momento misterioso?
La Montaña Mágica es la viva intención de alterar esa percepción que los lectores occidentales tenemos de la realidad, para abrir una ventana a una visión distinta, sorprendente, caótica. Maravillosa. Sin embargo en medio de la realidad histórica – es ‘Magia’ – es un sueño.

friedrichmanfredpeter mayo  2018
      edición anavictoria



[i]Der Traum, den Hans Castorp träumte, war dieser: Rücklings lag er auf einer mit bunten Sternblumen besäten, von Sonne beglänzten Wiese, einen kleinen Erdhügel unter dem Kopf, das eine Bein etwas hochgezogen, das andere darübergelegt ---- wobei es jedoch Bocksbeine waren, die er kreuzte. Sine Hände fingerten, nur zu seinem eigenen Vergnügen, da die Einsamkeit über der Wiese vollkommen war, an einem kleinen Holzgebläse, das er im Mund hielt, einer Klarinette oder Schalmei, der er friedlich-nasale Töne entlockte: einen nach dem anderen, wie sie eben kommen wollten, aber doch in geglücktem Reigen, und so stieg das sorglose Genäsel zum tiefblauen Himmel auf, unter dem das feine, leicht vom Winde bewegte Blätterwerk einzeln stehender Birken und Eschen in der Sonne flimmerte. (----)
Der junge Faun war sehr glücklich auf seiner Sommerwiese. Hier gab es kein “Rechtfertige dich!”, keine Verantwortung, kein priesterliches Kriegsgericht über einen, der die Ehre vergaß und abhanden kam. Hier herrschte das Vergessen selbst, der selige Stillstand, die Unschuld der Zeitlosigkeit: es war die Liederlichkeit mit bestem Gewissen, die wunschbildhafte Apotheose all und jeder Verneinung des abendländischen Aktivitätskommandos und die davon ausgehende Beschwichtigung machte dem Musikante die Platte vor vielen Wert.--- 
(Thomas Mann, Der Zauberberg, Ffm –Fischer - 1958, p.594.)

[ii]Okochi  Ryogi, Wie man wird, was man ist. ‘Pensamientos sobre Nietzsche desde la perspectiva oriental’.WBG – Darmstadt, 1995.

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