sábado, 21 de mayo de 2016

TRANSITORIA Y RUIDOSA…LA VIDA

El siguiente texto es  fragmento de una carta de J. W. Goethe dirigida a Moritz Seebeck; escrita el día 3 de enero de 1832, es una de las ültimas cartas que el escritor escribió antes de su muerte.

>Transitoria y ruidosa, la vida, entre tantos asuntos extraños también contiene: actividades que nos absorben, placeres que nos agotan, tanto así que rara vez sabemos apreciar y retener los detalles del momento vivido. Y por eso en la edad avanzada nos queda la obligación de apreciar todo lo humano que nunca nos abandonó… reconocerlo y apreciarlo  como un valor singular y por medio de la reflexión calmar nuestra irritación frente a aquellos errores que fueron inevitables en su momento <


Das vorüberrauschende Leben
"Doch hat das  vorüberrauschende Leben neben anderen Wunderlichkeiten auch diese, dass wir in Tätigkeiten bestrebsam, auf Genuss so begierig, selten die angebotenen Einzelheiten des Augenblicks zu schätzen und festzuhalten wissen. Und so bleibt denn im höchsten Alter uns die Pflicht noch übrig, das Menschliche, das uns nie verlässt, wenigstens in seinen Eigenheiten anzuerkennen und uns durch Reflexion über die Mängel zu beruhigen, deren Zurechnung nicht ganz abzuwenden ist---"[1]

¿Qué dice este texto? y ¿cómo nos puede ayudar a  quienes por ley de vida nos aproximamos al mismo momento en el que se hallaba Goethe cuando así reflexiona con su amigo Seebeck?

"Voy a ponerme delante de la puerta y contemplaré la vida" escribirá Walt Whitman muchos años después. Esto precisamente manifiesta Gothe en su metáfora, la de un río caudaloso que raudo pasa delante del observador y nada  deja igual porque en su lecho el tiempo no duerme sino pasa corriendo.
La imagen central de la cita es la palabra "Augenblick". Fue Goethe quien inventó este término eludiendo el término "Moment" - abstracto y mecánico- para indicar la brevedad de un instante. "Augenblick" significa la brevedad de una mirada del ojo parpadeante. No es medido este instante fugaz, sino vivido. A este instante el Fausto de Goethe dirije toda su admiración: "Ojalá pudiera decir a este instante, a este "Augenblick"¡ permanece, oh eres tan bello!"
Fausto y con él Goethe exigen lo que es imposible, la vida rauda y ruidosamente pasa.
Pero el anciano Goethe renueva esa imagen, parece que halló una solución, se trata del término fundamental del humanista "das Menschliche" lo que es humano en esencia. Goethe como un asilado se refugia a lo que es esencial del patrimonio humano: la vida misma que a través de muros de separación abre caminos nuevos, como la planta al crecer rompe la piedra maciza. Eso mismo sucede con el concepto "das Menschliche" ; lo humano se impondrá ante el reto del arroyo violento que parece tragarlo todo. En este sentido los errores forman parte de las aguas turbulentas de la vida.
Al autor envejecido no le queda más que un último suspiro delante del adios a la vida. "El instante feliz" no se pierde. "Der Augenblick" es fugaz y eterno a la vez: una mirada al cielo estrellado, un apretón de mano, una palabra susurrada, un adios sentido.
Se dice que Goethe al morir pronunció la palabra "Licht" - Luz.
Yo sigo atento a la voz del maestro, y espero encontrar este instante feliz sin ayuda del diablo Mefistófeles.




[1] Goethe an Moritz Seebeck, cit. Walter Benjamin, Deutsche Menschen, Ffm 1977

friedrichmanfredpeter    mayo    2016

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