miércoles, 27 de mayo de 2015

¿---entender América ---?

Confieso que no entiendo los Estados Unidos de América. No hablo de malentendidos naturales, inevitables en la comunicación entre naciones y culturas vecinas, entre aliados; tampoco me refiero a la ausencia de conocimientos, falta de viajes y experiencia personales.
Europeos y americanos constituimos Occidente, pero no somos unión. Existe una separación fundamental entre americanos y europeos,
a pesar de compartir valores, principios y muchos intereses.
La historia nos ha visto unidos, pero también distanciados; lo que nos separa es "el espíritu americano".
Y este espíritu marca profundamente "the american way of life", un estilo, una manera de ser y modo de vivir que se ha ganado adeptos en el mundo entero. Sospecho que esa moda esconda otra realidad desconocida por la mayoría de los imitadores que copian formas, pero no esencias, las ignoran.
Numerosos investigadores se han dedicado a aclararlo; desde Alexis de Toquevilla a Golo Mann (historiador e hijo del escritor Thomas Mann) aportaron experiencias e ideas a este tema.


Entre los libros de mi biblioteca encontré un ensayo brillante, escrito por Golo Mann: "Vom Geist Amerikas"- Sobre el Espíritu de América - 1, me permito traducir un pasaje signficante:

<Frontier llamaron la zona entre la barbarie y la civilización, fragmento de territorio en permanente movimiento hacia el oeste;
allí los emigrantes vivieron un ambiente duro y combativo.
En el año 1890 "the Frontier" según los observadores había desaparecido porque el oeste estaba "civilizado".
Y en ese tiempo surgió una teoría que marcó profundamente la consciencia histórica de los americanos y distingue el espíritu americano del europeo.
"The American Way of Life" es producto histórico de "la Frontera".
De la forma más nítida se encuentra expresada en el famoso ensayo de Frederic Jackson Turner, The Significance of the Frontier in American History (1893):
"Territorio libre siempre estuvo presente en la historia americana, territorio que cada vez más avanzaba hacia el oeste, eso explica el desarrollo de América. No es la Costa Atlántica que revela lo que es americano, sino lo es el Lejano Oeste."
Y en una conferencia posterior lo precisó aun más:
"La democracia americana no nació de una teoría; no la transportaron barcos como Susan Constant a Virginia o Mayflower a Plymouth; vigurosamente - como es su esencia - surgió del monte natural y cada vez más fuerte se puso cuando encontró nuevas fronteras."
Se destaca el carácter de aislamiento antieuropeo en este manifiesto:
La democracia americana no necesita Europa, no le hizo falta la tradición germánica, anglosajona, no el protestantismo, no John Locke, ni el racionalismo francés. El país mismo ha fabricado el prototipo americano, educando al hombre a ser libre y activo, quien pudo resistir los retos de esta tierra nueva; y a este personaje le corresponden las instituciones democráticas.>

Si es así, como el texto manifiesta, que las instituciones democráticas son como guantes hechos para el uso americano, de carácter local y doméstico, cumpliendo así las necesidades de una tierra nueva, considerada virgen, me pregunto, si la tendencia manifiesta de imponer estas de modo universal a todos los demás, sean rusos, chinos o árabes, no es muy problemático, destinada a fracasar. Desde el comienzo, una frontera simbólica y movible acompaña la misión de América en el mundo.
¡Voilà -- el espíritu americano activo!:
"The Manifest Destiny"-- El destino manifiesto - -
¿Qué significa?:
Expansión sobre el continente americano de este a oeste de un modo progresivo y nada pacífico (historia de la formación de EEUU como nación);
mantener esa misión para el resto del mundo - creando una nueva era: el siglo americano.
Cumplir esa misión es complejo y en su avance encuentra obstáculos cada vez mayores.
No todo el mundo desea ser liberado y reconvertido en un novicio americano. El impulso que ha hecho crecer esa nación extraordinaria llevándola a la cumbre del poder - similar al Imperio Romano - cada vez más se encuentra ante fronteras insuperables.
Ya no hay tierra libre a "civilizar" al modo americano; otras civilizaciones ocupan el espacio y reclaman también fronteras, promoviendo políticas que con frecuencia se manifiestan violentas.
La idea de fronteras movibles es muy peligrosa, porque atenta contra intereses vitales de otras culturas.

"Amerika, du hast es besser" - America, a ti te va mejor - había sugerido el escritor Goethe. La experiencia actual nos enseña que eso no es cierto. El misionero ha de contar con la presencia y la oposición de otros misioneros contrarios si no quiere provocar conflictos o caer en el error de la arrogancia. Por su propio bien, no los debe ignorar.
¡América, cuídate de ti misma! - eso sería el consejo que la razón práctica insinúa en este momento.
La historia, sin embargo, nos enseña que el poderoso pone oído sordo a razones cuando esas son ajenas a su vocación. Su despertar suele ser dramático y tarde. -- ¿Nueva Roma? ---

friedrichmanfredpeter mayo 2015




1 Golo Mann, Vom Geist Amerikas, Stuttgart 1954.

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