Ejemplos
: Martín Opitz ,
Günter Grass
En verano del año
1647, el último año de la Guerra de los
Treinta Años, se encuentran veinte poetas, críticos y editores en
la ciudad de Telgte, situada entre Münster y Osnabrück (ciudades
donde se negociaría la Paz de Westfalia un año después). El texto
lleva por título:
Das Treffen in Telgte
- “La reunión de Telgte”.
Una ficción;
Günter Grass inventa lo que podía haber sucedido, si poetas de era
barroca alemana se hubiesen reunido como han hecho poetas y
escritores trescientos años después en el año
1947 - llamado "Grupe 47".
El paralelismo es obvio.
Personajes tan distantes en el tiempo evidencian una coincidencia en
sus biografías y también en sus obras: Martín Opitz murió en
Danzig / Gdansk en 1639 y Günter Grass nació allí mismo en 1927.
Ambos fueron apasionados
renovadores, reinventores de una patria consumida materia y
moralmente destruida: "Teutschland" como entonces se
llamaba, "Nachkriegsdeutschland" como ahora se decía.
Ya se forja hoy el S XXI y
Günter Grass acaba de morir en Lübeck a los 87 años de edad.
Trataré de recordar méritos grandes de este autor - tal vez
olvidados - debido a la obra importante del novelista Grass.
Los poetas / escritores en
Telgte reunidos pronunciaron un manifiesto que "el narrador”
(G.Grass) así describe:
< Y entonces fueron
llamados los nombres de los partidos beligerantes:
El Emperador primero,
los príncipes electores después, según el viejo orden, sin él de
Baviera, pero con él del Platinato. Fueron citados con gran respeto,
como es debido.
Luego fueron llamadas
las coronas extranjeras implicadas, para ser acusadas una por una,
las germánicas y las latinas ("die Welschen") y se
destacó al Sueco ("der Schwed"); para su acusación no fue
tomada en cuenta para nada el tema religioso, porque habían sido los
mismos alemanes los que recibieron en su país a las hordas
extranjeras y fueron estos quienes escogieron a Alemania como terreno
libre y vacío para el baile macabro que la dejaría destrozada y
descuartizada.
Y ahora, después de
perder honor y belleza, es irreconocible. Solamente los poetas
conservan aún lo que alemán debe llamarse. Porque son ellos quienes
con muchas y muy cálidas lágrimas y amargos suspiros se agarraron a
la lengua alemana; son ellos la auténtica Alemania ( "das
wahrhaftige Deutschland") >
Ha sido esa proclama de la
auténtica Alemania que en mi opinión es el mérito más destacado
de Günter Grass. Fueron las cálidas lágrimas y los amargos
suspiros que poetas como él vertieron sobre esa patria devastada.
Agarrados a la autenticidad de la lengua, pronunciaron el código de
un pensar nuevo, construyeron la vía para abandonar lo que de la
ideología nazi quedaba todavía.
Lo primero que hicieron
fue liberarse ellos personalmente, lograr asomarse entre los
escombros, hacer que resucite otra Alemania, distinta de la era nazi,
diferente. Hacerla –además- visible, palpable.
Günter Grass
personalmente tuvo motivos para pedir esa auténtica transformación,
una metamorfosis de carácter, de ideas, de valores.
El joven Grass había sido
miembro temporal de la "Waffen SS" cuerpo élite del
nazismo agresivo y militante. Sólo muchos años después lo admitió
publicamente. Si eso se hubiese sabido antes, no habría merecido ni
el Premio Nobel, ni el Premio Príncipe de Asturias que le fueron
otorgados.
Pero sabemos que la vida
de las personas es complicada, los héroes y los sabios
definitivamente son escasos. Sin embargo, este hecho no reviste la
gravedad que desde la óptica actual podría tener. Grass fue herido
en combate y vestido de uniforme de la "Wehrmacht" cayó
prisionero de los americanos; y como uno más de millones de soldados
alemanes después de liberado comenzó una vida nueva.
Su mérito: Pensar y
construir una Alemania nueva, levantarla desde la profundidad de un
hundimiento secular.
Tal vez por su implicación
personal en el desastre histórico, fue incapaz de abandonar el papel
del entusiasta crítico, del destacado intelectual de izquierdas que
siempre fue. Decir lo que consideraba verídico ("wahrhaftig"),
cueste lo que sea, fue el proyecto vital que encuentra eco en la
profundidad de la historia del país. "¡Coûte que coûte!"
también fue la frase preferida de Federico II de Prusia.
No esperemos objetividad,
sino entusiasmo y deseo de renovación en todo lo que Grass
manifestaba. Su rechazo a la reunificación alemana igual que su
posisción crítica haciaa Israel son ejemplos de esta vida sin
compromisos que él consideraba que era su íntima identidad.
Estar comprometido tan a
fondo, le impidió ver realidades cambiantes; sólo admitió la regla
estricta depuradora que se había impuesto a si mismo y que la
cumplieran sus contemporáneos.
¿Cuando Grass hablaba se
escuchaba hablar un profeta?
Un profeta predicador,
admirado por unos y rechazado por otros.
Algo así sucedió durante
años en la pequeña República Federal Alemana que logró cambiar la
realidad y la mentalidad colectiva.
Después de la
reunificación la voz de Günter Grass perdió vigor, se hizo como
extemporánea, reliquia de la postguerra alemana.
El país ahora encuentra
ante nuevos retos y compromisos y podrá aguantarlos gracias a la
labor de personajes como Grass y al Grupo 47; ellos lograron
levantarnos, enseñando el camino de la renovación espiritual,
mucho más importante
que el tan citado "milagro económico alemán".
Nota:
La muerte de Günter Grass
casi coincide con la de Eduardo Galeano.
Este intelectual latinoamericano ofrece una labor comparable con la
de Grass. "Las Venas Abiertas
de América Latina" es título de una obra difundida
mundialmente con un mensaje claramente "grassiano": Leer,
comprender, convertirse, buscar identidad y autenticidad.
El
escritor pone su análisis al servicio de un combate por el cambio;
su misión es política en el sentido más amplio:
Quiere que el lector abra
los ojos ante la realidad que le rodea y empiece a comprender lo que
le sucede: ¡actúa, rebélate!
Grass y Galeano son
escritores combativos, es su mérito y en eso también radica su
limitación. Su enfado es propio de una época.
Con su muerte comenzará
la erosión de sus mensajes:
¿Se transformarán en
profetas del ayer?
friedrichmanfredpeter
abril 2015
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