Liebliches Geläute.
Klinge, kleines Frühlingslied,
Kling hinaus ins Weite.
Kling hinaus, bis an das Haus,
Wo die Blumen spriessen,
Wenn du eine Rose schaust,
Sag, ich lass sie grüssen.
<Dulces campanadas
Pasan por mi mente tranquilas.
¡Suena! pequeña melodía,
¡Suena! hacia la lejanía.
¡Suena! hacia la casa,
Donde nacen las flores,
Y si a la rosa ves,
¡Dile! que la adoras.>
Su brevedad no necesita comentario; es
de una sencillez impresionante y se lee como escuchar la voz del
poeta romántico.
Sin embargo tiene una connotación
dramática y realista. Ha sido escrito en 1831, año de emigración
del poeta de Alemania a Paris, donde permanecerá el resto de su
vida.
Y ahí se transformará el judío
alemán Heinrich Heine en el "poète allemand" extranjero
dejando atrás la imagen del judío mal querido para ser el forastero
mal querido.
La dulce campanada que envía hacia la
lejanía tiene un destino, la casa, el lugar de recuerdos y de amores
perdidos, la rosa en flor.
Toda una obra maestra, sencilla y
complicada.
Interpretada por Esther Ofarim /
melodía de Mendelsohn
friedrichmanfredpeter 1 de marzo 2015
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