mir schlug die schöne Welt den Himmel um die Ohren.
Dein Alter? Sieben Kriege und ein Überleben.
Leibgröße? Wie ein Sarg, der allen Völkern Platz kann geben.
Dein Herz? Ein Muskel, der kaut eine Kälte.
Dein Mund? Ich hab ihn mir verbrannt mit Strophen.
Die Augen? Sahen oft, wie sich die Nacht erhellte.
Die Ohren? Hörten oft Geschrei im Klageofen.
Was hast du vor? Noch einmal überleben
und sagen: diese Mähre haben wir geritten
wir wollen ihr ein bessres Futter geben
und um ein neues Zaumzeug bitten.
Wie heißt dein Land? Es heißt nicht; nicht vorhanden.
Ein faules Nichts, umstellt von Draht und Wänden.
Und dein Zuhaus? Ein Fluchtweg allerlanden
ein Hohelied, zu singen allerenden.
Wie kann ein Mensch so reden - streicht ihn von der Liste!
Du taugst als Musikant nur an nutzloser Stelle -
Gewiß - ich spann mich selber vor die Leierkiste
und zieh sie pfeifend durch die taube Hölle.
Christoph
Meckel: "Revisión"
¿Cómo llegaste a este mundo? hombre, nací,
este
hermoso mundo me golpeó con el cielo.
¿Tu
edad? Siete guerras y un sobrevivir.
¿Cuánto
mides? Lo que quepa en un ataud, espacio para todos los pueblos.
¿Tu
corazón? Un músculo masticando el frío.
¿Tu
boca? Me la quemé cantando.
¿Tus
ojos? Tantas veces mirando como la noche ardía.
¿Tus
oidos? Tantas veces oyendo gritos desde el horno.
¿Qué
intención tienes? Sobrevivir otra vez
y
decir: este caballo que hemos montado,
hay
que alimentarlo mejor y pedir otra montura.
¿Cómo
se llama tu país? No lleva nombre, no existe.
Un
nada podrido, rodeado de alambre y murallas.
¿Y
tu casa? caminos para escaparme
un
cantar de cantares, a recitar en cualquier lugar.
¿Cómo
puede hablar así un hombre?-¡bórrenlo de la lista!
Siendo
músico sólo sirves en lugares deshabitados -
Cierto-
yo mismo me pongo a tirar de la caja de música
y
silbando me paseo por el sordo infierno.
Notas:
Preguntas
- propias de una revisión a reclutas para servicio militar - y
Meckel las formula para presentar quien es él: ¿Quién es el
sobreviviente de siete guerras, el que cruza un paisaje hecho de
escombros, tocando un organillo que emite palabras sonoras que nadie
escucha? Palabras que resumen sus traumas y sus recuerdos, los años
perdidos de la juventud.
Meckel
se acuerda de Berlín, yo me acuerdo de Frankfurt, ¿quién más se
acuerda?
Vivimos
en la era del olvido. Desastres actuales echan velo sobre los del
pasado.
El
niño Christoph vio lo que ha marcado su vida: Delirios de grandeza,
la caido de la ciudad y de todo un país en escombros y escoria,
porque el cielo iluminado les cayó encima.
Después
de quemarse la boca con falsas estrofas, al niño sólo le queda el
deseo de sobrevivir una vez más. A siete guerras sobrevivió, esa
era su perspectiva.
Delante
de sus ojos se ha hundido una bella ciudad, se han iluminado las
noches por magníficos incendios, monstruosos fuegos, que saturaron
su deseo de artificios con luces por toda la vida. Escuchó los
gritos desesperados de los que se quemaron vivos encerrados en hornos
que prometieron falsa protección.
El
precio: endureció el corazón, un músculo masticando frío.
Sobrevivir también es, no sufrir todas las penas ajenas, porque es
guerra multiplicada por siete para memoria del joven que tiene un
solo deseo: sobrevivir; y este sobrevivir, fuente de vitalidad, es su
respuesta.
¿Se
cumplirá en un país que ya no es patria? Es tierra inhabitable
llena de escombros, rodeada de alhambradas y muros.
¿Puede
ser esa mi tierra? pregunta: Un lugar podrido que huele mal, donde
todos nos hemos montado sobre una yegua mal alimentada, con falsa
montura y que ahora exige cambios completos, innovación,
renacimiento, resurrección.
En
este vacío sólo irrumpe la voz poética, música para oidos sordos,
pero esa es la reserva del sobreviviente, colocarse delante del
organillo callejero y entonar un cante, un mensaje distinto que
repara lesiones, las heridas abiertas que sufrió su autor.
Pasear
este organillo a través de las calles rodeadas de ruinas
deshabitadas es trazar una vía transitable através del infierno:
-
Aun tengo la vida ¡Escuchadme!
Meckel
ha conservado vida y voz, pero aun no sabe para qué le sirven. Por
eso canta, sus palabras curan las heridas del alma en medio de un
infierno continuado.
¿Nos
contemplamos en este espejo, toda una generación, sobrevivientes de
entonces, sólo nosotros?
¿Hay
una actualidad, una terrible repetición?
Supongo
que en el mismo espejo podrán verse los que tratan de sobrevivir en
el Oriente Medio, cuando el cielo les cae encima y falsas estrofas
ahogan las mentes.
Su
respuesta será: sobrevivir.
friedrichmanfredpeter
marzo de 2015
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