miércoles, 28 de enero de 2015

Nuevas profecías…falsos profetas

               ( Elecciones en Grecia: Ideología  no es Praxis Política )

                                 “Die ideologischen Gruppen innerhalb von Syriza denken wenig pragmatisch. Sie kommen sich nach ihrem Wahltriumph nun mit ihrem überhöhten Siegesbewusstsein vor wie die Bolschewiki nach der Oktoberrevolution. Da sie sich bisher kaum am parlamentarischen Spiel des Kompromisses beteiligt und auch das „Hören auf den Anderen“ nicht gelernt haben, werden sie versucht sein, die längst toten Marxschen Dogmen, die sie in ihren linken Seminaren studiert haben, wieder zum Leben zu erwecken. Da sie dies in der Wirtschaftspolitik nicht tun können, werden sie sich im Bildungssystem und in der Kulturpolitik austoben und dort viel Porzellan zerschlagen.” Michael Kelpanides (FAZ- 26-01-15)
“Los grupos ideológicos en el grupo Syriza no piensan de forma pragmática. Después de este triunfo electoral y con el crecido orgullo,  se sienten como los Bolcheviques después de la Revolución de Octubre.  Hasta ahora, nunca han participado en el juego parlamentario de los compromisos y tampoco tuvieron oportunidad jamás de escuchar a otra opinión;  por eso intentarán revivir los dogmas marxistas muertos desde hace tiempo - ellos los estudiaron en sus seminarios de izquierda-. Y porque no podrán aplicar lo leído en el campo de lo económico se dedicarán a la educación y a la cultura, donde romperán muchas porcelanas.”

Comentario:

Sucede con cierta regularidad que la sociedad es transformada por una forma de locura colectiva pletórica de exaltación y entusiasmo:  significa, que una masa popular reacciona de forma imprevista; gente aparentemente normal y sensata elige un cambio aparatoso  para expresar su voluntad de darle un  cambio radical a su existencia;  se despiden de la razón de ayer para optar por un proyecto fantástico de un posible mañana, cuyas consecuencia y dimensión ni siquiera  sopesan –mucho menos entienden-  pero se hallan firmes para creer en su decisión.. Aparece un líder carismático, quien similar a Moises en el desierto, indica el camino a seguir; suele tener poca o nula experiencia  real para ello, pero convence porque aún no está manchado de errores, es un simpático “bebé político”. Por supuesto, suele presumir, a veces con razón, de intachable, de incorrupto y exhibe gestos de redentor.

¿Qué motiva a tanta gente a seguir a un "Flautista de Hamelín"?
Padeciendo una dramática crisis personal, privación de recursos, cambios profundos en la vida diaria, sensación de miedo y de inseguridad ante el día de mañana, la mente reacciona con un grito de socorro en silencio: ¡Que venga alguien y me saque de aquí!
Eso ha sucedido con mucha frecuencia durante sucesos dramáticos en la historia. El idioma alemán ha encontrado las palabras "die Wende, Wendezeit" para caracterizar épocas así, en las que pareciera  que el tiempo se quedara paralizado y el silencio propio del preludio de una gran tormenta se sintiera íntimamente. El continuo seguimiento de sucesos pareciera paralizarse. Como un niño que aguanta la respiración al entrar en un cuarto oscuro: “¿Qué pasará?” - le susurra el subconsciente.

A Grecia le llegó esa hora cero. En un comienzo fue como si la fachada del día después de elecciones estuviera pintada de otro color. En el fondo nada ha cambiado en relación con el día de ayer. Sin embargo, todo parece diferente. La opinión pública lo registra con máxima atención:
Y esta es la hora de los profetas y de las profecías.
Conocemos profecías históricas que marcaron el ritmo de toda una época. Historia reciente: Recordemos que la Revolución de Octubre fue pronosticada para el mundo industrial del siglo XIX como un proceso milagroso ejecutado por obreros de la industria moderna: serían ellos los ejecutores de la revolución para abrir las puertas a un mundo moderno.
Pero nada de eso ocurrió: sucedió un mundo semiasiático ruso con poca o nula modernidad que transformó la profecía en una nueva realidad vivida y sufrida por millones. Los autores, profesionales de la revolución, habían hecho uso de una sola frase en la obra del "maestro" Marx: "Dictadura del Proletariado"; una frase marginal y casi perdida en los textos originales del gran  economista e historiador alemán.  Posteriormente, lo que debería haber sido un capítulo transitorio, se tradujo en la mayor tiranía moderna totalitaria con 70 años de duración, con un costo de vidas humanas mayor que el del nazismo.
Conclusión: Las profecías nunca cumplen lo que prometen, anuncian una aurora que luego se destaca como fuego artificial o quema de hoguera inquisitorial moderna.
Otra evolución muy distinta ganó la carrera a la modernidad. Los antiguos obreros  cesaron en su  función de revolucionarios e inexorablemente se metamorfosearon en consumidores para rellenar los templos modernos donde corren la leche y la miel a cambio de dinero. En lugar de Carlos Marx llegó Papa Noel.
Los explotados y pobres de la tierra se transforman en seres imprescindibles para el proceso de la circulación del capital, y sin su necesidad de consumo no se moverían las ruedas de la producción.
¿Qué había pronosticado la profecía marxista?
"Wenn dein starker Arm es will, stehen alle Räder still"
- Tu brazo fuerte hará parar todas las ruedas-
La realidad es:
"Si tu brazo se niega a comprar, nada se produce".
El capitalismo necesita los brazos y las billeteras de la gente para cumplir su función reproductiva;  la revolución postindustrial necesita cada vez más cabezas y billeteras y manda los brazos a los centros deportivos para que allí se recreen.
El mundo no es tal como los profetas lo diseñan; y cuando se ejecuta un proyecto sobre falsa base ideológica, lo que resulta es inevitablemente una farsa, un teatro social - o peor - una manipulación severa irracional: ¿Carlos Marx con gorro de Papa Noel? ¿Eso es lo que en fondo desean?
 Y eso es lo que se aproxima con los profetas de nuevo cuño: en Grecia y en España, donde doctrinarios populistas ganan terreno,  entusiasman sin convencer,y dejan la razón estacionada en el parqueadero. De todo eso saldrá lo que el sociólogo griego Kelpanides pronostica:
Porcelana rota.


friedrichmanfredpeter  enero  2015

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