lunes, 19 de marzo de 2012

Ad Calendas Graecas,

dice el proverbio romano sobre un compromiso que nunca se cumplirá. En el calendario griego antiguo no existían las calendas romanas y por eso era imposible que ocurriese lo que había sido prometido, convenido y esperado. En alemán sería – der Nimmerleins Tag – El día de nunca llegar –.
Los idiomas se hacen eco de una experiencia vital común: existen compromisos que nunca se cumplirán. Que los romanos hayan escogido el ejemplo griego para decirlo, es una irónica coincidencia histórica con nuestra actualidad. Si los griegos hablasen latín, lo que rara vez sucedió según la experiencia romana, entonces cumplirían sus compromisos, un hecho que parecía, según este dicho romano, no lo solían hacer. Topamos con un clásico prejuicio, en este caso romano, sobre el proverbial incumplimiento de compromisos firmados.

Ahora un economista de Harvard comunica haber investigado la influencia de la gramática de los idiomas sobre el comportamiento social de las personas y distingue los idiomas modernos según la forma en cómo construyen el futuro verbal: Por ejemplo,
<Mañana llegaré> en alemán: <Ich komme morgen> o <ich werde morgen kommen> El adverbio <morgen = mañana> ya es indicador del futuro, no es necesario cambiar el verbo del presente al futuro, sería duplicación; pero se puede hacer para lograr mayor precisión. Según el ilustre investigador se trata de diferentes modos de pensar: hay idiomas que necesitan precisar la voz futura y otros no.
¿Encontramos aquí modalidades mentales? Posiblemente eso influirá sobre el comportamiento humano y social, el proverbio romano así lo insinúa.
<Iré, llegaré, se hará> se dice, y la imprecisión deja abierto si ha de suceder o no. También el proverbial <mañana> latino que todos lo conocemos suele indicar que no se sabe qué pasará. La canción popular en spanglish así lo dice:
–¡Qué será, será, what ever will be, will be, the future is not our´s to see, qué será, será!
El economista de Harvard amplia su tesis aun más, diciendo que hay una relación entre la tendencia a endeudarse y las mentalidades distintas: Los que definen el futuro gramatical como alemanes, finlandeses, coreanos son los que menos tendencia tienen a endeudarse; mientras los que hablan inglés, español o griego suelen poseer menos problemas con eso de dejar la cuestión –Ad Calendas Graecas.


friedrichmanfredpeter, 19.03.12

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