Existe un estudio del Instituto Criminológico
de Niedersachsen (Baja Sajonia – Alemania) sobre la situación de jóvenes
musulmanes en la sociedad alemana. Tengo presentes algunos datos de este
estudio, que son motivo de la siguiente reflexión; y hay tres preguntas
principales:
¿Viven las familias de inmigrantes musulmanes
principalmente de subvención estatal? – sospecha generalizada en la sociedad
alemana.
¿Son los jóvenes musulmanes más violentos que
los alemanes?
¿Es la práctica religiosa del islam causante de
la falta de integración cultural y
social? – un hecho que se discute en toda la Unión Europea.
Han sido investigados inmigrantes de larga
permanencia en Alemania, jóvenes musulmanes de la segunda y tercera generación,
nacidos en Alemania.
El estudio destaca enormes diferencias entre
estos grupos con raices musulmanas:
Mientras más de la mitad de las familias de orígen libanés viven
subvencionados, de las familias turcas sólo es un 25%; y de iraníes y afganos
no hay notable diferencia con el resto de la población alemana; es hasta menor
que la cuota de familias alemanas necesitadas de ayuda social. Llama la atención
el caso de los libaneses; supongo que son originalmente palestinos,
provenientes de los campamentos de refugiados donde fueron alimentados durante
decenios por la ayuda de las Naciones Unidas. Eso crea un hábito social
dificilmente alterable.
La integración en el sistema de educación
alemán presenta el mismo cuadro diferenciado: Mientras iraníes y afganos
participan en la misma medida que los alemanes en educación media y
preuniversitaria, el caso de los jóvenes turcos es distinto. Su cuota oscila
entre el 11% y el 70%, y resulta que en el Norte es muy elevada y en el Sur muy
baja. Lo cual demuestra que integración funciona mejor en el Norte que en el
Sur de Alemania y abre la perspectiva de una fuente de talentos no
suficientemente valorada hasta ahora.
En cuanto a los actos de violencia cometidos
por jóvenes islámicos y registrados por la policía se presenta un cuadro
igualmente diferenciado: Más violentos que todos son los de orígen balcánico,
kosovares y bosnios; y claramente se destacan los jóvenes musulmanes en general
y es la cultura machista cultivada en familias musulmanas generalmente la
fuente de eso. Hay entre ellos delincuentes en serie. Entre jóvenes de orígen
asiático se observa lo contrario, cometen menos delitos que los alemanes. Un
medidor del grado de integración también es la cuestión, si hay amistad con
alemanes. Los jóvenes mejor integrados son aquellos que poseen amigos alemanes.
Y ahí interviene la importancia de la religión.
El estudio llega a la conclusión: Los que menos se integran y los que más
cometen actos de violencia son los que más participan en prácticas islámicas.
Todo lo contrario de aquellos jóvenes que viven distanciados de la religión y
cultura islámicas o los que son cristianos activos – los menos violentos de
todos. No es cierto que el fundamentalismo radical anida en todas las
religiones por igual; es innegable que el islam como religión ejerce esta
influencia sobre el comportamiento juvenil. Muchos predicadores islámicos
permanecen pocos años en Alemania y en sus mezquitas predican el rechazo a la
cultura alemana: “¡Vuestras corazones, que queden turcos, no os mezcléis con
los infieles!” Su actitud es criticada también por muchos musulmanes que
reclaman la introducción de estudios de teología islámica en la universidad
alemana para evitar así la importación temporal de imames de paises donde
gobierna el fanatismo.
Mi opinión es: La constitución alemana también
es válida dentro de una mezquita cuando esta se encuentra en territorio alemán.
Es obligación de la autoridad estatal hacerla respetar por todo aquel que
quiere ser ciudadano de este país.
Cualquier orígen y cualquiera cultura sean bienvenidos bajo el techo
común de la demogracia. Intoxicar la convivencia de esta manera por el bien de
todos debe ser combatido enérgicamente. Ninguna nación puede permitir que en su
seno nazca otra “nación alternativa”. Un alto índice de criminalidad sólo es el
primer paso hacia esta peligrosa evolución; y es un problema de toda Europa.
Sólo con claras reglas puede haber convivencia
en paz y prosperidad.
Manfred Peter
septiembre de 2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario