miércoles, 3 de diciembre de 2014

Amerika

Amerika, hast du es besser?
       ¿Cómo te va, América?
variando palabras de J.W.Goethe.

"América está peor", opina  Stephan Richter[1] y menciona 45 puntos para sostener este juicio.
Me limitaré a  traducir algunos y exponer una breve reflexión; el lector - si quiere me acompañará.
   ¿Qué dice Stephan Richter?
>1.Durante la era de la globalización la virtud destacada americana - la adaptación veloz de la sociedad - se ha vuelto virtud principal en todas las naciones. Sin embargo, los EEUU no sólo perdieron este carácter singular, su capacidad de cambiar rapidamente, han regresado hasta la casi paralización.
2.Muchos americanos ven su nación como incomparable, modélica. Eso es un fallo trágico; aunque se repita eso como sermón rutinario, el mundo actual exige capacidad de cambio y adaptación, saber introducir ideas practicables de otros a la propia vida.
3.Si Obama no hubiese cometido ni un solo fallo - nada habría cambiado, porque de hecho el país está ingobernable: dos campos adversos se enfrentan y se bloquean mútuamente.
4.EEUU son  - a pesar del progreso como ideología - una sociedad estructuralmente conservadora; principios de democracia liberal lo van a tener dificil de hacerse realidad en un tiempo previsible. -----
5.Hay que poner en duda el carácter democrático de los EEUU; es un país donde menos del 50% de la población habitualmente participan en elecciones. Más bien se trata de un régimen postfeudal, que exhibe un carácter democrático pero de hecho se parece más al sistema electoral por clases sociales prusiano ( Dreiklassenwahlrecht).
6.América tiene varios problemas de tipo "Weimar"; el más complicado se llama "Tea Party" que refleja una motivación antimoderna, la cual fue la causante del hundimiento de la República de Weimar. Sucedió entonces lo mismo que actualmente: un sector importante de la población pidió "¡detengan este  cambio, paren el mundo!"
Pretende recurrir a los padres fundadores de la nación para declarar anticonstitucional lo que no les conviene.<

¿Qué nos dicen estas observaciones?
Limitaré mi comentario a la crisis política y social de los años veinte en Alemania. No soy competente de verificar la tesis del autor, si América se encuentra ante un reto similar o no. El lector opinará.

La llamada "Krise der Weimarer Republik" tenía un orígen profundo y escondido para la primera vista.
¿Cómo era posible, que un logro tan importante, un avance envidiable, la república establecida sobre el Reich de Bismarck, acabara en un desastre?
A Alemania, debido a la derrota en 1918, le había llegado la crisis de la era moderna. Los eventos dramáticos suspenden toda continuidad, es ley histórica. Así,  los problemas que se presentaron no pudieron solucionarse con las recetas del ayer. Las élites no lograron liberarse de la sombra del pasado. La sensación común era: ¡Que se pare el tiempo, que se vuelva atrás! La desaparición precipitada del régimen monárquico no caló en profundidad. Algo inesperado, inaudito había sucedido: Soldados extranjeros sobre el suelo alemán, y la República no lo podía impedir. La mayoría social quedó perpleja y atónita. La nueva república llevaba la etiqueta de la derrota militar, resultado de lo que sintió como catástrofe histórica; algo inesperado había sucedido: la predicada y creida superioridad alemana en los frentes no era tal. Todo brillo y toda gloria desaparecieron; y ahora ¿qué  y quién los iba a reemplazar?
– ¿Esa República llamada de Weimar, porque en esa ciudad emblemática  había que costituirse por temor al caos reinante en Berlín?
–¿Ese estado mediocre y desarmado, más teatral que real?
–¿Ese estado improvisado con una clase obrera dividida entre integrados y opositores?
–¿Esa república que seguía llamada Deutsches Reich y declarada culpable de una guerra iniciada entre todos?
–¿Esa  república militarmente inofensiva, pero con un enorme potencial militarista escondido, con disposición a la revancha?
–¿Esa república económicamente en bancarrota, colmada de deudas impagables?
La gente encorbatada miraba asqueada esa novedad histórica esperando que sea transeunte, un accidente; ya vendrá otra cosa después.
Este resentimiento extendido sobre amplias capas de la sociedad  hizo posible una aventura tan absurda como la nazi.
Para la generación de los años veinte, los que habían nacido alrededor del año 1900, la generación del siglo, había llegado el punto vital culminante. Al no encontrar una solución de sus problemas, tanto colectivos como privados, tomaron la decisión de lanzarse al abismo: cualquier cosa, mejor que esa, debe venir. Así no podemos continuar. Existe eso: un estado de sitio emocional y mental. Todo pareció posible.

Y más, ninguna ciudad era más sintomática que Berlin -  una ciudad que parecía estar bailando sobre un volcán. Muchos extranjeros se sintieron atraídos por eso mismo; esta Alemania era fascinante. Berlin, capital de las artes, de la literatura, de la moda, del cine, de teatro y de museos etc.; y al mismo tiempo el lugar donde se vivía a diario la confrontación ideológica del día, la moda política; revolución o contrarrevolución, puro exceso. ¡Heil Moskau! o ¡Heil Hitler! gritos que inundaron las calles; manifestaciones a diario, todos uniformados, todos cantando. Estas  banderas rojas taparon y hasta hicieron olvidar la tricolor de la República, el negro, gualda y rojo. Berlín y Múnich fueron los escenarios de polémica y teatralidad extremas.
Todo allí se concentraba y en muchos aspectos se parecía a lo que en la actualidad ejercen los EEUU globalmente, una especie de foco dominante, un suceso tras otro, la movilización permanente, acompañada de una creatividad, una era dorada de la cultura - similar al eclipse del sol: cuando más bello se viste el día, es cuando acaba.
Richter compara la situación actual en EEUU con la República de Weimar Alemana.
¿Se equivoca?

friedrichmanfredpeter  diciembre14 



[1] Stephan Richter, Amerika du hast es schlechter. FAZ ... 27.11.14
Stephan Richter ist Herausgeber und Chefredakteur des Online-Magazins theglobalist.com und Präsident des Globalist Research Center.

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