martes, 10 de diciembre de 2013

La lengua alemana en Europa

Leyendo la prensa española me doy cuenta que no están nada claros historia y presente del alemán en Europa. Se entiende que alemán se habla en Alemania. Cien millones de personas en Europa lo hablan y es difícil resumir en un corto ensayo un tema tan complejo.
Y tocando el tema de la literatura se encuentra la primera dificultad. Literatura alemana no es la literatura producida entre las actuales fronteras de Alemania, sino que incluye a todos los autores que usan este idioma, o sea suizos, austriacos, italianos, checos, húngaros, rumanos, etc.

Así, por ejemplo, Franz Kafka no es un escritor checo sino alemán, porque siempre ha usado este idioma en su obra literaria. No tenemos conocimiento si sabía hablar checo o no. La situación de su ciudad natal Praga era complicada, e importantes obras de la literatura moderna alemana han surgido en Praga. Todo el centro de Europa es un cruce permanente de etnias, idiomas y culturas; las definiciones nacionales muchas veces son recientes y artificiales. La ideología nacionalista y la crecida práctica excluyente ha reducido y simplificado esta realidad histórica, y  tomamos por normal lo que en términos históricos nunca lo era.
Entre confrontación y exterminio sólo han quedado restos de lo que antaño fueron zonas de cultura multicolor, porque la verdadera Europa siempre ha sido variopinta. Las llamadas "purificaciones étnicas" culminadas en la práctica eliminatoria nazi y seguidas por la expulsión de millones de alemanes de sus hogares tradicionales han cambiado el panorama linguístico totalmente.

Sin embargo, todavía podemos hablar de zonas linguísticas y culturales bien definidas:
La primera está formada por la zona de Alemania del sur, Austria, Suiza, Alsacia francesa, Luxemburgo y un sector de Bélgica. A ella también pertenece el Tirol de Italia.
Debido a la persecución nacionalista, el alemán de Praga y en las  zonas llamadas Sudetes casi ha desaparecido. Lo mismo sucedió en los Balcanes y en Rumanía.
Menos se conoce la dramática eliminación de las minorías alemanas en Rusia estalinista: Hoy, ya nadie se acuerda de la República Soviética Alemana, que debió su existencia a la inmigración masiva de alemanes durante la era de Catalina La Grande, que era alemana.
La otra pérdida irrecuperable ha sido el asesinato de la población judía casi entera en Europa oriental por el nazismo alemán. Estos judíos - sin ser alemanes - eran portadores de cultura e idioma alemanes, porque su yidish es una variante dialectal del alemán. Queda demostrado así, que los nazi no eran nacionalistas alemanes sino racistas fanáticos paneuropeos, y por ende enemigos de la misma Alemania, de su cultura y tradición.
Ha desaparecido también el alemán de Silesia que hoy es de Polonia, quedando enclaves de una pequeña minoría que goza derechos de autonomía.
Todo este sector primero, cubre siete estados federales en Alemania, y tiene un origen común que es el "Hochdeutsch" - alemán alto - en múltiples y variados dialectos. Y de esta fuente nació el alemán moderno escrito, cuyo orígen es el idioma de la cancillería imperial en Praga y la obra magistral de Martin Lutero.

La segunda zona del idioma alemán está definida por variantes profundas que permite hablar de un segundo idioma, denominado según de acuerdo a la geografía del país "Niederdeutsch" - alemán bajo - o en su habla "Plattdeutsch", comunmente llamado "Platt".
Esto no es un dialecto, sino una variante desde el orígen, que tiene léxico propio y literatura propia y no es de fácil comunicación con los de la primera zona. Se habla al norte de una línea divisoria de oeste a este y cubre los estados federales del norte, entre ellos las ciudades Bremen, Hamburg y Berlín ( caso especial).
Ha sido este alemán escrito en todos los documentos de la confederación hanseática, la "Hanse", y su difusión se extendió a todo lo largo del Mar Báltico, hasta las ciudades Danzig,  Riga y Reval que han guardado su carácter alemán hasta hoy.
Hay que destacar que ha sido y es un idioma escrito, no sólo hablado y no es dialectal como lo son los dialectos del sur. Se parece más a neerlandés o flamenco que al alemán del sur.
Hoy se extiende hasta el río Oder, frontera con Polonia; perdidas están las regiones históricas como Pomerania y Prusia Oriental y los enclaves bálticos.

El visitante extranjero encontrará que en esta zona se habla mejor el alemán oficial que en el sur donde predominan los dialectos. Es de fácil explicación. El "Platt" no tuvo la suerte de encontrar a un Lutero. El idioma dominante se apoderó de la escena, y esto era y es el alemán escrito, que los del norte aprenden y practican como       elemento intruso y forastero. Da gusto oirles hablar.

En resumen: El idioma alemán ha perdido su amplia y larga difusión en el este europeo. Responsables han sido los mismos alemanes. Sin embargo, por primera vez después de generaciones hundidas en confrontación, los alemanes han encontrado su oportunidad histórica de colaborar e intercambiar costumbres, ideas, proyectos con sus vecinos. La nueva Europa lo ha hecho posible.
Nada de eso se podía esperar en el año 1945 cuando desapareció el Tercer Reich, dejando un mar de tragedias humanas atrás.
Y nuevamente la lengua alemana podrá mostrar esta riqueza innata y fertilizante que es su herencia y misión, sin ninguna amenaza contra nadie.
La literatura en lengua alemana florece, mucho más allá de las fronteras políticas. La usan polacos, checos, húngaros de forma natural. Pero también lo hace un ruso, varios turcos y un chino.
Nada de decadencia, a veces perdiendo se gana.

 friedrichmanfredpeter  diciembre de 2013

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