Colonias Europeas: "Una idea inmoral".1
Diario
de Alexander von Humboldt,
Guayaquil,
Ecuador, 1803.
---- ¿De dónde proviene
esa ausencia de moral pública, ese sufrimiento, ese malestar, que
padece toda persona sensible en las colonias europeas ( de América)?
Proviene del hecho que la
idea misma de la colonia es una idea inmoral; es la idea que un país,
obligado a financiar a otro, no deberá sobrepasar determinado nivel
económico, y cuyo saber industrial y nivel cultural sólo alcance
cierto punto marcado. Porque más allá de ese límite la madre
patria ganaría menos, la colonia guardaría fuerzas encima de la
mediocridad permitida y crecería la tendencia a ser independiente.
Por eso todo gobierno
colonial es un gobierno de la desconfianza.
La autoridad pública no
apoya el bienestar de los habitantes, sino sobrevigila sus
actividades para que no se concentren y pongan en peligro los
intereses de la madre patria.
En las colonias grandes,
los gobiernos europeos ejercen esa maldad política consecuentemente,
buscando la seguridad propia, fomentando la desunión entre las
castas, estimulando su odio mutuo y, al mismo tiempo, lamentando el
desprecio que se tienen ellos.
Prohiben matrimonios
mixtos y favorecen la práctica esclavista.
Porque cuando todo lo
demás falla, queda eso, armar a los esclavos para que asesinen a
sus amos; pues esa tragedia acabará así.
Oficio importante ocupa el
arribista o individuos corrientes que el hambre echó de Europa, y se
les permite despreciar a los nativos; envían gente que chupan la
sangre a los criollos; ellos siempre hablan de sus riquezas que han
dejado atrás para aguantar un país donde nada les gusta, donde el
cielo no es azul, la carne no sabe, donde todo es despreciable -- sin
embargo, no se van.
Los funcionarios europeos
de poca monta, vuelto ricos por la corrupción que ejercen, se ufanan
de los puestos que ocupan.
Por eso los mismos
criollos a su vez se dedican a buscar títulos y medallas que la
madre patria otorga para mimar a esos presumidos.
Y eso produce el odio
mortal entre europeos y criollos, igual al hijo cuando aborrece a su
padre. Cuánto más odio sienten a la madre patria, tanto más amor
dedican al país que los vio nacer, pensando que Caracas y Lima
fuesen más cultivados que Madrid y aman las naciones enemigas de
España, deseando con ardor ver Londres y Paris.
Sin embargo,
menospreciados se ven en aquellos lugares, por no recibir la atención
digna de su rango; resentidos regresan a su tierra donde opinan
vivir en libertad, porque libremente pueden maltratar a sus esclavos
e insultar a otros blancos cuando estos son pobres.
Los gobiernos europeos han
difundido odio y desunión en sus colonias, tanto que prácticamente no existe vida social, que necesita la convivencia pacífica y cierta
armonía entre las familias.
Y es debido a esa
situación el brote de fantasías violentas, una confusión de ideas
y la tendencia general a la revolución; tendencia que se limita a
expulsar a los europeos para después hacerse la guerra, unos contra
otros.
Un obispo ilustrado me
comentó en Trujillo, que era difícil mantenerse como hombre
correcto y de honor, porque la impunidad general entró hasta en el
mismo clero; dijo pedir a Dios que no le deje morir en medio de todo
eso.
Mientras mayor es la
colonia más defectos existen, y tanto más abunda la desconfianza
de la administración de la colonia.
Las islas del Caribe
serían más idóneas para vivir, si no fuera por otro problema: la
abundante presencia de esclavos negros, tan numerosos y peor tratados
que en otro lugar. Aquí, el europeo debería avergonzarse de ser
quien es, sea francés, inglés, danés o sea español. Discutir
sobre quien trata peor a los negros desprecia el término humano o
humanismo. Significa debatir sobre quién cometió más crueldades,
los españoles en América o ingleses y franceses en las Indias
Orientales.
Los autores de la primera
constitución francesa creyeron actuar bien, acorde a sus
convicciones, cuando eliminaron el término "colonia",
considerando aquellos territorios en ultramar como parte integral de
la República Francesa, sin distinción dándoles los mismos derechos
a conseguir la felicidad privada y a constituir un gobierno regional.
...Mejor habría sido,
haber fundado pequeñas repúblicas autonómicas estrechamente
relacionadas con Francia. .....
( en la colonia americana
de España) se exige un tipo de impunidad para los Chapetones ....
Existe la convicción entre el pueblacho europeo que los jueces
siempre protegerán a los asesinos cuando son europeos y
compatriotas:
¡El más miserable
Gachupín es un Señor!
Nota:
Esa noticia en su diario
es evidente: Alexander von Humboldt no fue solamente un viajero
privilegiado, un hombre de ciencias a la altura de su tiempo. Era un
noble con alma de plebeyo, quien decía en privado y en público lo
que eran los principios que marcaron su vida.
Humboldt, el visionario
incómodo, el descubridor que se descubre,
nos ha dejado un mensaje
repleto de actualidad. ¡Alabado sea!
Comentario:
A
Homboldt y historiadores actuales españoles les separan
siglos.
Humboldt
"observa",
en España y en Latinoamérica se "interpreta".
Entre ambos se formarán visiones
distintas de la historia hispano/ latino /iberoamericana o de
Indoamérica, América Trópica.
Estos
términos hablan por si solos: reflejan interpretación,
controversias.
Humboldt
evita mencionar España y habla de "europeos",
observa la situación entre colonizador y colonizado como a él se le
presentó en el año 1803 durante su estancia en Guayaquil. Toma nota
muy claramente de la tensión vigente, y prevé lo que
habrá de suceder: una guerra de exterminio continuada por una guerra
civil.
También
manifiesta maldad y fallos en ambos frentes. Los abusos de unos y la
ansiedad por igualarse de los otros, su confusión de ideas y el
deseo permanente de "revolución". El odio mutuo
impregna el ambiente. Eso es la observación de un naturalista, no de
un historiador o filósofo. Lo que Humboldt previó, realmente
sucedió después: guerras de eliminación y de rivalidades que duran
hasta hoy.
Simón
Bolívar lo descubrió como amigo de "viaje".
Desde
la perspectiva del historiador español aquel conflicto tendrá un
carácter transitorio. Quedan valores permanentes:
La
difusión de la lengua española, el mestizaje humano, la integración
de "Hispanoamérica" en el mundo occidental. No olvidemos,
la formación de un subcontinente católico, un brote inesperado de
creativividad artística, una imparable vitalidad, etc.
Nació
una cultura mestizada, la única en el mundo real; un mensaje digno
de ser reconocido y exportado; y el aporte de España ha sido
decisivo. Tanto así, que muchos historiadores consideran que
la presencia de España en el Nuevo Mundo no ha sido propiamente
colonizadora comparada con la actitud de otras naciones2,
un acto de colonización atípico, sui generis:
Continuar
la cruzada de siglos de duración contra el sur islámico, ahora
conducía a la aventura de ultramar que fue dominio y entrega al
mismo tiempo. Gabriel García Máquez dijo "entregaron los
riñones", se fundieron entre "nosotros".
Pero todo eso dicho, no
quita importancia a los hechos que Humboldt destaca: Estuvieron
vigentes leyes, reglas y prácticas cambiantes de la colonización y
esas en todo caso son abusivas, explotadoras, reductoras, en suma:
INMORALES - según el criterio de Humboldt.
El colonizado sufre
menosprecio, su libertad está limitada y el desarrollo económico y
social se hace de acuerdo a la demanda y necesidad del colonizador; y
por eso ha de emanciparse, eso fue fundamental, inevitable - es ley
histórica - dejando abierta la ventana a un futuro incierto -
plagado de conflictos.
friedrichmanfredpeter
junio 2015
1
Alexander von Humboldt, über die Freiheit des Menschen, Leipzig und
Ffm 1999, p.121.
2
¿Comparable con la actividad "colonizadora" del Imperio
Romano?
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