sábado, 6 de junio de 2015

Colonias Europeas: "Una idea inmoral".

Colonias Europeas: "Una idea inmoral".1
Diario de Alexander von Humboldt,
Guayaquil, Ecuador, 1803.

---- ¿De dónde proviene esa ausencia de moral pública, ese sufrimiento, ese malestar, que padece toda persona sensible en las colonias europeas ( de América)?

Proviene del hecho que la idea misma de la colonia es una idea inmoral; es la idea que un país, obligado a financiar a otro, no deberá sobrepasar determinado nivel económico, y cuyo saber industrial y nivel cultural sólo alcance cierto punto marcado. Porque más allá de ese límite la madre patria ganaría menos, la colonia guardaría fuerzas encima de la mediocridad permitida y crecería la tendencia a ser independiente.
Por eso todo gobierno colonial es un gobierno de la desconfianza.
La autoridad pública no apoya el bienestar de los habitantes, sino sobrevigila sus actividades para que no se concentren y pongan en peligro los intereses de la madre patria.
En las colonias grandes, los gobiernos europeos ejercen esa maldad política consecuentemente, buscando la seguridad propia, fomentando la desunión entre las castas, estimulando su odio mutuo y, al mismo tiempo, lamentando el desprecio que se tienen ellos.


Prohiben matrimonios mixtos y favorecen la práctica esclavista.
Porque cuando todo lo demás falla, queda eso, armar a los esclavos para que asesinen a sus amos; pues esa tragedia acabará así.
Oficio importante ocupa el arribista o individuos corrientes que el hambre echó de Europa, y se les permite despreciar a los nativos; envían gente que chupan la sangre a los criollos; ellos siempre hablan de sus riquezas que han dejado atrás para aguantar un país donde nada les gusta, donde el cielo no es azul, la carne no sabe, donde todo es despreciable -- sin embargo, no se van.
Los funcionarios europeos de poca monta, vuelto ricos por la corrupción que ejercen, se ufanan de los puestos que ocupan.
Por eso los mismos criollos a su vez se dedican a buscar títulos y medallas que la madre patria otorga para mimar a esos presumidos.
Y eso produce el odio mortal entre europeos y criollos, igual al hijo cuando aborrece a su padre. Cuánto más odio sienten a la madre patria, tanto más amor dedican al país que los vio nacer, pensando que Caracas y Lima fuesen más cultivados que Madrid y aman las naciones enemigas de España, deseando con ardor ver Londres y Paris.
Sin embargo, menospreciados se ven en aquellos lugares, por no recibir la atención digna de su rango; resentidos regresan a su tierra donde opinan vivir en libertad, porque libremente pueden maltratar a sus esclavos e insultar a otros blancos cuando estos son pobres.
Los gobiernos europeos han difundido odio y desunión en sus colonias, tanto que prácticamente no existe vida social, que necesita la convivencia pacífica y cierta armonía entre las familias.
Y es debido a esa situación el brote de fantasías violentas, una confusión de ideas y la tendencia general a la revolución; tendencia que se limita a expulsar a los europeos para después hacerse la guerra, unos contra otros.
Un obispo ilustrado me comentó en Trujillo, que era difícil mantenerse como hombre correcto y de honor, porque la impunidad general entró hasta en el mismo clero; dijo pedir a Dios que no le deje morir en medio de todo eso.

Mientras mayor es la colonia más defectos existen, y tanto más abunda la desconfianza de la administración de la colonia.
Las islas del Caribe serían más idóneas para vivir, si no fuera por otro problema: la abundante presencia de esclavos negros, tan numerosos y peor tratados que en otro lugar. Aquí, el europeo debería avergonzarse de ser quien es, sea francés, inglés, danés o sea español. Discutir sobre quien trata peor a los negros desprecia el término humano o humanismo. Significa debatir sobre quién cometió más crueldades, los españoles en América o ingleses y franceses en las Indias Orientales.
Los autores de la primera constitución francesa creyeron actuar bien, acorde a sus convicciones, cuando eliminaron el término "colonia", considerando aquellos territorios en ultramar como parte integral de la República Francesa, sin distinción dándoles los mismos derechos a conseguir la felicidad privada y a constituir un gobierno regional.
...Mejor habría sido, haber fundado pequeñas repúblicas autonómicas estrechamente relacionadas con Francia. .....

( en la colonia americana de España) se exige un tipo de impunidad para los Chapetones .... Existe la convicción entre el pueblacho europeo que los jueces siempre protegerán a los asesinos cuando son europeos y compatriotas:
¡El más miserable Gachupín es un Señor!


Nota:
Esa noticia en su diario es evidente: Alexander von Humboldt no fue solamente un viajero privilegiado, un hombre de ciencias a la altura de su tiempo. Era un noble con alma de plebeyo, quien decía en privado y en público lo que eran los principios que marcaron su vida.
Humboldt, el visionario incómodo, el descubridor que se descubre,
nos ha dejado un mensaje repleto de actualidad. ¡Alabado sea!

Comentario:
A  Homboldt y historiadores actuales españoles les separan siglos.
Humboldt "observa", en España y en Latinoamérica se "interpreta".  Entre ambos se formarán visiones distintas de la historia hispano/ latino /iberoamericana o de Indoamérica, América Trópica.
Estos términos hablan por si solos: reflejan interpretación, controversias.
Humboldt evita mencionar  España y habla de "europeos", observa la situación entre colonizador y colonizado como a él se le presentó en el año 1803 durante su estancia en Guayaquil. Toma nota muy claramente de la tensión vigente, y prevé lo que habrá de suceder: una guerra de exterminio continuada por una guerra civil.
También manifiesta maldad y fallos en ambos frentes. Los abusos de unos y la ansiedad por igualarse de los otros, su confusión de ideas y el deseo permanente de "revolución". El odio mutuo impregna el ambiente. Eso es la observación de un naturalista, no de un historiador o filósofo. Lo que Humboldt previó, realmente sucedió después: guerras de eliminación y de rivalidades que duran hasta hoy.
Simón Bolívar lo descubrió como amigo de "viaje".

Desde la perspectiva del historiador español aquel conflicto tendrá un carácter transitorio. Quedan valores permanentes:
La difusión de la lengua española, el mestizaje humano, la integración de "Hispanoamérica" en el mundo occidental. No olvidemos, la formación de un subcontinente católico, un brote inesperado de creativividad artística, una imparable vitalidad, etc.
Nació una cultura mestizada, la única en el mundo real; un mensaje digno de ser reconocido y exportado; y el aporte de España ha sido decisivo. Tanto así, que muchos historiadores consideran que la presencia de España en el Nuevo Mundo no ha sido propiamente colonizadora comparada con la actitud de otras naciones2, un acto de colonización atípico, sui generis:
Continuar la cruzada de siglos de duración contra el sur islámico, ahora conducía a la aventura de ultramar que fue dominio y entrega al mismo tiempo. Gabriel García Máquez dijo "entregaron los riñones", se fundieron entre "nosotros".

Pero todo eso dicho, no quita importancia a los hechos que Humboldt destaca: Estuvieron vigentes leyes, reglas y prácticas cambiantes de la colonización y esas en todo caso son abusivas, explotadoras, reductoras, en suma: INMORALES - según el criterio de Humboldt.
El colonizado sufre menosprecio, su libertad está limitada y el desarrollo económico y social se hace de acuerdo a la demanda y necesidad del colonizador; y por eso ha de emanciparse, eso fue fundamental, inevitable - es ley histórica - dejando abierta la ventana a un futuro incierto - plagado de conflictos.

friedrichmanfredpeter junio 2015



1 Alexander von Humboldt, über die Freiheit des Menschen, Leipzig und Ffm 1999, p.121.


2 ¿Comparable con la actividad "colonizadora" del Imperio Romano?

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