Tres ideas para Europa
Michel Deguy, autor francés publicó este artículo en “Frankfurter
Allgemeine Zeitung“ , 10 - 2003
Resumen:
El autor
considera preocupante la ausencia de una conciencia y voluntad políticas proeuropea
en la opinión pública de las naciones europeas. La Unión Europea no conoce un espíritu europeo.
Es más, existe un desprecio entre los pueblos de la unión. Ejemplos de ello
son el comportamiento deprimente de los inchas de futbol, la prensa popular
inglesa y su hostilidad casi diaria hacia “los franceses“, el desprecio hacia
los visitantes alemanes manifestado por el ministro de turismo italiano.
Los comentarios populares sobre los pueblos vecinos suelen estar repletos
de clichés y de prejuicios casi enfermizos.
Hay tendencias abiertamente hostiles contra una conciencia europea: Los
nacionalistas corsos han inventado un DNI - corso. Carece de legalidad, pero
trata de fomentar una conciencia nacionalista : “la corsitude“. Es una medida
astuta y hábil para aumentar el poder minoritario del nacionalismo preparando
la guerra emocional en lugar de la paz.
¿Qué propone Michel Deguy?
– Crear un documento de identidad europea para aquellos que se sienten
europeos antes que miembros de una nación europea. Todavía estamos esperando
poder ser ciudadanos europeos sin adjetivo nacional. Tal vez ayudaría esta
medida a cambiar la lamentable mentalidad retrógrada de los pueblos de Europa y
podría traer un aire nuevo, dar un impulso a la integración.
Curiosamente las encuestas realizadas no reflejan el grado de ausencia de
espíritu europeo que realmente existe. Los individuos interrogados rara vez
confiesan lo que en el ambiente privado, familiar o en la barra de los bares
suelen manifestar sin mayores escrúpulos.
–Según Jürgen Habermas, Jacques Derrida, Timothy Garton Ash el “genius“ de
Europa es Manuel Kant.
¿Pero que ha sucedido? -- El Imperio Soviético ha dragado la ciudad de Königsberg, le ha dado un nombre de
escándalo: Kaliningrado y ha borrado
toda huella del filósofo. Los soviéticos continuaron así lo que la anticultura
nazi había comenzado, y los europeos aguantamos que el nombre de Kalinin - una
oscura figura asesina, mero instrumento del terror estalinista - borre
el recuerdo de aquel Moisés de Europa.
Por el bien de Europa y para no darles la razón a los bárbaros deberá
regresar lo más pronto posible el nombre de Königsberg y el de Kant y ocupar el
lugar que le corresponde en las calles de su ciudad. De igual manera Joyce
regresó a la ciudad de Dublin.
¿Por qué no se nombra Koenigsberg capital cultural de Europa por un solo
año para recompensar el medio siglo de barbarie que ha tenido que sufrir como
Kaliningrado?
–Los europeos deben hablar unos con otros. La cuestión es: ¿En qué idioma lo
harán?
MD descarta el esperanto, cualquier idioma artificial. Serán las grandes
lenguas de Europa que se abrirán camino. Nada de eso se puede forzar.
Pero hay dos necesidades: - una es
económica, - la otra política.
Pronto tendrá que invertir la UE todos los recursos en servicios de
traducción si no toma una decisión acerca del tema de las lenguas. No podrá
continuar así, es costoso e impráctico. También tienen que funcionar relaciones
directas entre los ciudadanos, no filtrados por intérpretes.
¿Cuáles serán el idioma o los idiomas idóneos?
- ¿El inglés? --Dos
observaciones: 1. Si los europeos quieren que Europa no sea más que una prolongación del Imperio
Americano sometida al mercado globalizado a través de Londres, entonces el
inglés no debe ser el idioma oficial de la UE.
2.El inglés ocupa ya el lugar del idioma principal inoficialmente. Ya es el
idioma de la comunicación de los medios y el idioma que predomina en las ondas
de radio y pantallas de la televisión.
El inglés no necesita ser recomendado, ni enseñado, ni fomentado, ni
institucionalizado. Pues, ya ocupa el primer puesto.
- ¿El francés? -- Era la lengua de Europa durante siglos pasados -- e r a --. Hay que leer Tolstoi para
comprenderlo. Pero eso pasó y no volverá. No todos se acuerdan con gusto de
Napoleón. Se acabó.
-- Quedan dos grandes idiomas, fuera del italiano que nunca salió de su
“bota“ desgraciadamente: Estos son: el
español, un idioma universal y el
alemán que ocupa todo el centro de Europa y es el más hablado. Hay que
escoger una de estas dos o declararlas ambas idiomas oficiales de la UE.
Fin de la discusión. No hay más argumentos que estos.
Una observación final: ¿Por qué nos sirven los medios el Tiempo como un fenómeno nacional? ¿Existe
el Tiempo francés o español? ¿Por qué nos sirven las noticias desde el
extranjero? En Europa ya no existe el extranjero. No somos extranjeros en
Europa. Debemos habituarnos a vivir el cosmopolitismo, no de forma elitista
como en los años veinte, sino de modo popular y kantiano.
¡En avant l’ésprit, en avant la langue!
FMP - 10/2003
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